La quiniela nació en el Bar Callealtera Santander

08.11.2013 13:26

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       Quiniela

 

El Club Deportivo Callealtera  se creó  en 1948, en el bar de Gelín Sota, bar Callealtera, en el nº 22 de la Calle Alta, por aquel entonces calle Menéndez Luarca ubicado enfrente de la iglesia de Consolación, donde fuera bautizado el ilustre D. Marcelino Menéndez Pelayo, autor de la obra literaria “Sotileza” en donde inmortalizase a este antiguo barrio de pescadores. Y, donde se realizó la primera quiniela futbolística, allá por el año 1929, inventada por el propio Gelín Sota y un nutrido grupo de amigos para su entretenimiento y deleite. Varios contertulios del bar Callealtera empezaron a discutir sobre los posibles resultados y pronósticos de los partidos ligueros que empezaron a disputarse en febrero de 1929. Es cuando uno de ellos, Don Francisco Peral tuvo la brillante idea de confeccionar una tabla con casilleros, que entre todos llenaban con resultados posibles la víspera de los partidos, Junto con Manuel González Lavín.

 Como estímulo del juego, cada participante cotizaría una peseta. Por eso en un principio se denominó “Bolsa de fútbol”, ya que cada peseta apostada se introducía en una bolsa y sería entregada la recaudación íntegra al ganador.

1928/29 y, hay constancia pública de ello por primera vez el 22 de Noviembre de 1931.

Hay pruebas de un boleto sellado por Hacienda en 1931 con la aplicación de un 10% de impuestos.

Antes de esa fecha el reglamento se escribía a mano y no fue hasta 1931 que estuvo impreso, y contó con una mínima fiscalidad, que se fue modificando a lo largo de los años.

Existen documentos de los orígenes de este popular juego con fechas apuestas, reglamentos, cartas de apostantes y nombres de los integrantes de la comisión de control y escrutinio.

Fue necesario, así está escrito, que confluyeran tres fuentes para conformarse como quiniela y pudiera desarrollarse como uno de los más populares de España. Estas tres fuentes distintas y distantes aseguraban haber participado en sorteos de “Foot-ball” entre 1929 y 1941, mostrando boletos premiados y pagados.

1.      El primero de ellos fue el los compradores de gallos de pelea que provenientes de México presentaron apuestas que correspondían a la temporada 1931-32 de la liga española.

2.      En segundo término, marineros valencianos que transportaban manzanilla de Sanlúcar a Inglaterra, con escala en Santander, donde cobraban dinero por sus aciertos en las quinielas (descontadas las tasas para hacienda y para el Ayuntamiento)

3.      la tercera fuente son los religiosos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios que aportaron datos de apuestas en los años 1940-41.

Estos datos obran en poder de una de las cinco hijas que tuvo Manuel González, el cual creó en 1929 con el estreno de la liga, un juego que trascendió a su ciudad para extenderse por el resto de España e incluso América.

En el patio de “Los Sota”, se realizaban peleas de gallos, que ellos mismos entrenaban, siendo las apuestas de las peleas de gallos lo que impulsó a continuar apostando, esta vez con los diez equipos de fútbol.

Un reportaje que fue publicado a mediados de los años 30, mucho antes de la versión oficial del origen, nos habla de un bar llamado 'La Callealtera' en Santander con gran afición futbolera que ya realizaban apuestas deportivas hacia 1929.

Las primeras ligas de entonces constaban de 5 partidos, casualmente el término quiniela viene del latín “quintus” por lo que es una base de peso para pensar que en 1942 era extraño que se llamara quiniela a un boleto que contenía 7 partidos, siendo más normal trasladar su origen a boletos con 5 partidos y poner una fecha anterior a esa fecha, ¿pero cuándo?

 En ese artículo de la época en la que hablan de aquel bar en un reportaje llamado "La bolsa del futbol” en Santander. Como la imagen es de poca calidad y no se leen las frases completas,  hemos extraído el texto, de lo que se puede leer:

 “Don Francisco Peral, un hombre que ya es popular en Santander e inteligente contable en Santander que vive del comercio ha inventado un juego que se ha convertido en la bolsa del futbol español, todas la semanas hay un desfile de personas de todas las clases sociales en la calle Alta nº22 en una taberna llamado La Callealtera.”

Peral en el centro de la mesa donde validaban las apuestas

“Son bastantes los que acuden al bar a jugar su peseta y apostar sobre los partidos que se les ocurre, el origen de cobrar una peseta es que  el grupo se fue ensanchando y llegamos a 30 personas y así entregar el total al que más se acercase a los resultados definitivos, al terminar el campeonato de 1929 llegaron a ser 100 personas, al siguiente año pensamos en hacerlo mediante puntos debido a que iban aumentando las personas que jugaban semanalmente, basado en las oposiciones con el fin de escrutar más fácilmente las papeletas y de satisfacer a los jugadores de que no se podía cometer ningún tipo de trampa.”

El periodista le preguntó a Don Francisco.

  -¿Y cómo dio usted con ello?

“Al comenzar la liga del año siguiente (1930), tenía la solución y cree un pequeño reglamento escrito a máquina, el primer domingo viendo que todos los participantes vieron que no podría haber cualquier sospecha de falsedad jugaron 105 participantes, al domingo siguiente 352, al otro 549…”.

 

Imagen del bar donde aguardaban los apostastes 

Apostantes de quiniela en La Callealtera, foto publicada en La Estampa del 7 de Marzo de 1931

  

Imagen de la quiniela de 1930 que rellenaban los apostantes

 

Está claro que la palabra “quiniela” fue empezada a usarse en aquel establecimiento por los apostantes, y no por los que inventaron el juego en esa época y fue aceptándose como nombre a la práctica que estaban haciendo. Sería Francisco Peral el que adoptase como oficial el término popular por los apostantes de quiniela en lugar de bolsa de fútbol.  El contable de la quiniela del Callealtera, antes de denominar a las apuestas quintus o quíntuple, decidió llamarla en un principio “Bolsa de fútbol”. Ya que la recaudación se metería en una bolsa y se haría entrega de la misma integra al ganador.

Primera quiniela oficial de 1942 
quiniela 1942

Casualmente el sistema de los puntos y casi el mismo reglamento de la quiniela de 1930 fue realmente parecida a la primera quiniela de 1942, que según la LAE ha sido la primera.

 No se sabe si en la época de la dictadura no intereso reconocer a quien inventó este juego ó simplemente se quedó en el olvido, pero sí que permanecerá en el recuerdo de aquellas personas en el norte de españa jugaban a un juego que hoy en día sigue siendo igual de popular.

Según la LAE (Loterías y Apuestas del Estado) las quinielas nacen el 22 de septiembre de 1942, basadas en las apuestas deportivas de la liga española de fútbol ya que por entonces existía gran afición a realizar apuestas sobre el resultado del partido. Se decide legalizar las apuestas y el día 12 de abril de 1946 el Patronato de Apuestas Mutuas y Benéficas lo hace realidad.Formada por siete partidos de los 14 equipos que conformaban la 1ª División.

Regresando a los años treinta:

El juego tuvo gran aceptación entre los habituales del establecimiento y, en pocas semanas, se propagó el juego entre los aficionados al futbol y, en especial, entre los seguidores del Racing. Fue tan popular, que hasta por correo recibieron soluciones. Primero de los pueblos de Cantabria, después de diferentes puntos de España y hasta alguna carta desde el extranjero de algún santanderino. (Igual que la lotería de Navidad.)

Aunque se denominase “Bolsa de fútbol” los apostantes la denominaron “Quintuple” ya que el juego constaba de cinco partidos de los 10 equípos que conformaban la 1ª División española, éste término nos ha llegado a nuestros días.

Atraidos por el sistema, la prensa difundió el susodicho juego, provocando que diversas comisiones de otras ciudades se acercaran al bar Callealtera para copiar el sistema de apuestas.

Hubo hasta boletos falsificados, por ello Francisco decidió redactar una serie de normas a máquina. Estas normas que redactase en el año 1930 fueron casi las idénticas que adoptasen en 1942/46 la L.A.E. (Loterías y Apuestas del Estado.)

 

 El bar nunca se lucró de ello, puesto que se entregaba toda la recaudación al máximo acertante. En las temporadas 30-31 y 31-32 se llegaron a pagar a los máximos resultados 10.000 y 12.000 pesetas, costando el boleto una peseta.

La comisión que se encargaba de realizar el escrutinio estaba formada por: Francisco Peral, contable de la Fábrica de Cervezas Cruz Blanca, Antonio Balaguer, jugador del Racing, Manuel Escudero y Manuel Cos.

El público que deseaba participar rellenaba el boleto y lo depositaba en un buzón en el propio bar. El escrutinio se realizaba sentados en el bar, de cara al público y, llegaban a estar hasta quince horas para proclamar el ganador.

Puntuaba con 16 puntos el resultado exacto de goles. Cuando se acertaba un partido se sumaba 5 puntos a la quiniela, y cuando había un error en los goles, se descontaba un punto por cada uno de ellos. Similar formato al actual quinigol. (En lugar de seis, eran cinco partidos).

 

Athlectic de Bilbao 12 Barcelona 1

La señora Salvadora Cartámil, maestra nacional destinada en el pueblo de Lanestosa, envió por carta su pronóstico para la jornada correspondiente de la temporada 1930/31 (la peseta la envió dentro de la carta en sellos por valor de una peseta.) con la peculiaridad de que uno de sus pronósticos era Athletic de Bilbao 12-1 al Barcelona. Ante la duda de que fuese un error de la remitente decidieron no corregirlo y… Doña Salvadora acertó el pleno llevándose hasta entonces el premio máximo que se había entregado, casi 12.000 pesetas (de las de entonces).

En Abril de 1931 es cuando se comenzó a cotizar en Hacienda. El primer recibo ascendió a 403 pesetas. Pero en el año 1936 el Estado las prohibió. Otras ciudades españolas habían copiado a la santanderina y no llevaban con rigor el juego tal como lo habían desempeñado en el bar Callealtera.

Gelín Sota y la Callealtera.  Ángel González Sota, además de barman fue deportista.           

El Bar La Callealtera, con unos paisanos

Las investigaciones realizadas por Juan José Morón (presidente de la Asociación de Profesionales de Apuesta Deportivas) demuestran que fue su inventor y un bar llamado “La Callealtera” (Hijos de G. Sota) situado en el 22 de la calle Alta de Santander, que regentaban tres hermanos, el lugar donde se empezó a jugar y sellar las primeras quinielas.

 

 

 

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